Sandra Marcela Lobo[1]
Hablar en la actualidad sobre el poder de los medios de comunicación masiva al interior de la sociedad es algo redundante y no es nada sorprendente, pero cuando analizamos la magnitud que encierra esta frase de cajón tan utilizada entramos a entender las estructuras internas de la sociedad y las alianzas estratégicas que se hacen entorno a estos.
Este es un fenómeno que inicia desde la aparición de los medios masivos de comunicación, recordemos en la historia que una vez que aparece la prensa como primer medio masivo la iglesia y el estado se vuelven los propietarios de la primeras imprentas, y la vez, dueños de “la verdad absoluta”, pues todo debe ser controlado y supervisado por estas dos grandes instituciones; por lo tanto si algo las afectaba o ir en contra, no podía ser publicado,. Una vez que se da inicio a una gran proliferación de periódicos como empresa privada y supuestamente se empieza hablar de “libertad de prensa”, encontramos con que los propietarios manifiestan sus posturas políticas y hacen acercamientos estratégicos con los políticos de turno.
Si seguimos haciendo un recorrido histórico nos encontramos con la radio, que fue la mejor solución para llegar a masas innumerables, de traspasar las barreras de la plaza pública y llegar a infinidad de lugares Una vez que aparece la radio, los grandes oradores-políticos saben que ese es el camino a seguir; desde Hitler, Mussolini, Churchill, Roosevelt, Gaitán, el general Rojas Pinilla, Perón hasta políticos de otras latitudes conforman una gran lista de personajes que se valen de este medio paulatinamente y juegan el rol que la historia ha descrito.
Por lo tanto cuando llega la televisión los seduce aún más. Ahora encuentran un ingrediente nuevo para explotar y trabajar “la imagen”.
Desde el primer debate televisivo en los Estados Unidos entre Nixon y Kennedy donde gana Kennedy por ser más carismático y tener un mejor manejo de imagen, sin importar las propuestas políticas hasta nuestros días, esos y otros aún más superficiales son los elementos claves para las audiencias, razón por la cual los políticos son cada vez más mediáticos, desde Kennedy hasta nuestro ex presidente Álvaro Uribe Vélez, han sabido hacer un buen uso de los medios de comunicación masiva. Recordemos que Uribe invita a los colombianos a participar en el referéndum sobre su plan de medidas económicas del 2003 por medio de los dos realities del momento: Gran Hermano y Protagonistas de Novela. En ese momento las audiencias estaban divididas Protagonistas de novela por RCN cubría los estratos 4-5-6 y Gran Hermano por Caracol llegaba a estratos 2-3, qué mejor manera de llegar a estas, definitivamente tremendo estratega de las comunicaciones, sin importar la superficialidad de los realities para un tema tan serio y de la trascendencia e importancia para el país, manejado a través de dramatizados. Hasta este punto nos preguntamos ¿dónde está el sentido crítico de los colombianos?
Luego nos encontramos con que los consejos comunales fueron transmitidos en directo todos los fines de semana, donde aparentemente usó su facilidad de expresión, su lenguaje coloquial para recriminar y regañar en público las incompetencias de su mismo gobierno, pero bajo las responsabilidades de los otros, felicitaba en público y constantemente engrandecía lo que él personalmente consideraba bueno de su gestión.
Los problemas se acaban, el país ideal se ve reflejado en la pantalla, las soluciones afloran de la nada pero quién da seguimiento a tantas promesas y problemas próximos a caducar, ¿dónde están las mismas cámaras que nos muestran tanta belleza?, ¿dónde está el periodismo investigativo? Y aun peor ¿dónde está el sentido crítico de los colombianos?
Eso son los momentos en dónde es difícil establecer de quién es la culpa: ¿del empoderamiento de los medios o de la vulnerabilidad de las audiencias?, si lo miramos desde los medios, podríamos decir que esa es su fortaleza, que entre menos piense la población, menos sentido crítico tenga, más fácil es de manipular; por lo tanto no dan las herramientas para que las audiencias puedan tener una posición crítica.
Y del otro lado es donde está la escuela como actor social para que construya ciudadanos críticos y conscientes del poder e intereses de los medios, no es una gran responsabilidad la de la academia enseñar a entender nuestro país, dar los insumos para leer entre líneas y comprender que la realidad mediática es una y a la que nos enfrentamos en el día a día es otra.
Para nadie es un secreto que los medios masivos de Comunicación pertenecen a las mismas familias (dirigentes-políticos) que nos han gobernado a través de la historia y que se reitera nuevamente con las elecciones del pasado 20 de junio del presente año. Los medios han tenido color y postura política desde sus inicios y todo lo que vaya en contra de sus intereses o se tergiversa o simplemente se ignora, recordemos desde la época de Gaitán en medio de una lucha entre los dirigentes políticos de color azul y rojo que terminaban siendo del mismo pensamiento con colores diferentes, la prensa fue su principal opositor que mal interpretaba sus propuestas, lo calificaba de subversivo , revoltoso y como todo lo que ya tenemos etiquetado en nuestro disco duro con esas palabras lo asociamos con izquierda y la izquierda es guerrilla…….pues en ese momento lograron desprestigiar el buen nombre del caudillo.
Si pensamos en las elecciones pasadas no encontramos con fenómenos similares y aun peores teniendo en cuenta los avances tecnológicos y el poder político-económico de los medios en nuestro país.
Mockus sería la víctima del momento, recordemos que el señor: Juan
Manuel Santos vende las acciones del periódico a su primos para evitar los malos entendidos y lo del tercer canal con el grupo Prisa y la familia Santos al licitar bajo el gobierno Uribe, con vicepresidente Francisco Santos a bordo, lo cual ya es una falta de respeto para nosotros los colombianos.
Los poderosos dueños de la prensa colombiana sienten temor por todos los que cuestionan sus proyectos ideológicos, generadores de grandes ganancias económicas, que han transformado la noticia en una herramienta unificadora de la ideología dominante para su beneficio y lucro, y así acabar con cualquier pensamiento contrario.
De la mano del capital privado y público el periodismo pierde completamente su norte, completamente contradictorio al oficio del periodista. Las estructuras internas al interior de los medios pesan más que la verdadera función del periodismo. Los propietarios de los medios y sus subalternos, directores y periodistas, ya no reflexionan sobre los contenidos noticiosos, simplemente nos informan hasta donde llegan los intereses de los propietarios y hasta donde a ellos les interesa llegar.
Indiscutiblemente, todos los medios nos informan lo mismo como si no hubiera espacio para la información alternativa, las fuentes son las mismas, las imágenes son repetitivas, es como si fuera el país bajo una única mirada cerrando toda opción a la diferencia. Y para finalizar todos los noticieros le dan un gran espacio en la consolidación de sus agendas a las notas de farándula que carecen completamente de presentación al interior de un noticiero que finalmente termina dándole su toque de magazine, con algunos truquitos de belleza, secretos de cocina que envuelve a los colombianos y hace olvidar la realidad del país, entre goles, gritos, chismes dejamos que el sentido crítico del colombiano se centre en el último chisme del momento.¡ Desafortunadamente esa es la realidad de los medios en nuestro país!
[1] Comunicadora social y periodista, magister en ciencias de la información y finalizando Maestría en educación, docente en la Facultad de Comunicación Social para la Paz Universidad Santo Tomás.
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